Será de noche aún a medio día,
a la luz de los cuerpos,
no puede haber tanta oscuridad
cuando hay amor.
Mis manos iluminarán tus caderas,
dos velas guiadas por el aroma
de la pasión reconocida al tacto,
naceremos en cada haz de luz.
Será tu vientre el cielo plagado de estrellas,
mi boca un atrapa sueños contando,
cada destello, cada espasmo fugaz,
dibujándose cada constelación de orgasmos.
Mis ojos ausentes de luz acoplaran en tu pecho,
prueba de que el amor nos guía
aterrizarán las manos descubridoras
en el espiral de sentidos, un arrebol naciente.
Será alucinar en la Luna, chispas incandescentes,
los besos, el amanecer de los cuerpos,
sin luz seremos, de pasión seremos,
todo lo que el amor ilumine, seremos.