
Dejé en alguna parte el papel
allá lejos los colores, tristes,
se hicieron camino, encontrarse,
fue difícil para ellos, objetos.
Luego los vi, forzándose con ayuda
del viento y algo de agua, felices,
volcándose los más débiles, ellos,
supieron ganar al rojo o al amarillo.
Sus líneas nacieron después, raíces,
dicen que serán flores para Margaret,
ahí se formaron dulces amapolas,
las más tristes eran todas delicias.
No necesitaban agitarse al viento,
ya eran creación única e imperecedera,
en la memoria de ese corto día,
donde nacieron las más bellas.
Muy lindo
Tus expresiones realmente cautivan.
Que belleza de poesía.
Ha sido un gusto leerte.
Felicidades de corazón
Muy agradecido amiga
Delicadas pinceladas como dedos de doncellas.
Precioso siempre el color de tu poesía.
Agradecido María Jesús