Danzaba en una novela desconocida,
de letras atrasadas en su papel,
sus necesidades son artificiales,
todo explota a sus pasos descalzos.
Nada era un todo de risas revenidas
bajo el abrigo agitado de la pared,
donde apoya las selfies convencionales,
todos se preguntan que no hicimos.
Su cárcel de cristal dulcemente revestida
de palabras frías y cortantes, oropel,
ante los ojos del sol y sus excepcionales
conciencias, juramos por el amor.
Caminar juntos de la mano, ahora la vida
sabe de lo que somos, este carrusel
nos trae de vuelta donde antes, a raudales
reímos, desde siempre, desde que te vi.
Un poema dentro de otro poema…
Un abrazo, feliz miércoles.
Muchas gracias por el detalle de tu comentario.
Muy lindo
Muchas gracias Gloria de México
🙅🙅🙅🙅
Simplemente, precioso.
☺☺