La mañana tenía aromas de su boca,
[era mirar un beso descubierto]
fresca, desconocida y hambrienta.
[una brisa confundía mi lengua]
El sol abufandado de edificios
[se enredaba entre el concreto del pavimento]
nos miraba de rebote por los ventanales.
[nuestros besos eran la rosa cromática]
Sus ojos eran otra boca, dulce vidriera
[yo vi correr en el fondo la alegría]
de espasmos y llantos, olía a amor.
[latía todo entre su lengua de amor]
Nos besamos y ahí supimos de suspiros
[aprender el sabor de la mañana]
ese devenir de los orgasmos del alma.
[reconocernos parte del otro, toda la boca]
Es exquisito!
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