Reconozco cada coma de ella,
sus puntos suspensivos y
los que siguen después al final,
de los cuales he aprendido a esperar.
–
Un capítulo, un enunciado, todo,
se deshace en mis manos al pasar hoja,
la fantasía se detiene en cada apartado,
donde la imaginación se dibuja.
–
Libro cada batalla con la finalidad,
de saber dónde, cuándo y cómo,
sigue la sangría y nos remonta
al pasado para volver al presente.
–
Al parecer todos se confabulan conmigo,
esconden sus verdades entre las tapas,
las comillas me confunden y evaden
lo que por escrito aún no he leído.
–
Leer se ha convertido en magia,
esa de las películas pero multicolores,
en todas las dimensiones de la mente,
más allá del infinito, más allá del final.
Precioso
Esta super bien, me gustaron las analogías que hiciste.