Tomas el lazo y te abalanzas a campo traviesa,
finges una búsqueda errática por parte baja,
casi perdido de principio y es sólo ruido
por las verdes paredes, intentando asustar.
el objetivo primero
ronda, come y gruñe,
su cara de inocencia
basta para atrapar.
Has rodeado a la presa, sientes su mal olor,
no pienses, sólo ejecuta con fuerza y pasión,
lo haces por muchos que han tratado de llegar,
infringir dolor o malestar, una simple mosca.
conoces sus pasos
torpes y cansados,
una vida devorando
la buena comida de otros,
Llegas con la soga al cuello y jalas con rabia,
recuerdas muertes innecesarias y “aprietas como el sol en Madrid”
pero estas en la Venecia latina, rodeada de fango,
intenta pero no puede, muerta, todos descansan.