“Los viernes en cualquier parte del mundo son estresantes.”
Nosotros flotábamos entre “pasajeros en trance”,
el día era cálido y nosotros temblábamos de amor,
la pasión se deshacía desde la boca,
lucía sus colores entre las ropas.
Abrazados al todo, volvíamos la mirada
a la loca carrera del último día de la semana,
nosotros llevábamos un año esperándonos,
hasta el tiempo desesperaba apretado entre nosotros.
Caminábamos en nuestro patio de luz,
mientras los cuerdos sueltos, estaban locos,
era el día en que todos morían, por llegar
a sus casas y cambiar de rutina.
Estábamos tan extasiados mirándonos,
éramos tan libres atrapados en nuestros ojos,
quizás ese día el amor cambió de nombre,
se puso una camisa magenta y una falda tubo.
Reíamos de amor, de los nervios, los demás
estaban sonámbulos, aún faltaba para terminar,
nosotros no queríamos empezar,
porque las horas eran una justicia ajena.
Gracias hermanita
Poeta, que cosas tan lindas dices. La verdad es que dejo de visitarte y cuando vuelvo, cada vez están mejores tus versos. Siento como que te conozco de toda la vida, mi poeta amigo. Besos.