Ese día viernes nadie nos vió
– mientras el sol calentaba –
¡¡ irradiábamos amor !!
– mientras la gente circulaba –
éramos el eje de la tierra.
Ese día trece nadie nos oyó
– mientras nuestros labios –
¡¡ hacían rugir de amor !!
– mientras nuestras almas –
las bocas que alimentaban pasión.
Ese tiempo relativo a los minutos
– mientras nos hacíamos parte –
si nos vió se hizo el sordo
– mientras éramos el conjunto –
esa hermosa locura de armarnos.
Ese día fué argumento el amor
– si nadie nos vió, fue por una razón –
éramos el perfume del sol
– si nadie nos vió, fue magia –
un instante previo a la eternidad.
Muy bonito. “Eje de la tierra, locura de armarnos, perfume del sol.“