Había cuerpos perfectos,
descomunales mujeres,
curvas hechas a mano
por un fotógrafo endiosado.
Las líneas salían de la imagen
como tridimensional belleza
jamás vista, jamás sentida,
como diosas del Olimpo.
Caderas golpeaban mis ojos,
pechos naturales y armoniosos,
piernas interminables bronceadas
por las luces antes de la imagen.
Diosas únicas en traje de Eva,
esculpidas en mármol sensual
con la genética del universo
entre su cabellera y sus pies.
El tiempo, la luz y la calidez,
la obertura y el tipo de film,
cuántos flash para la definitiva,
las diosas congeladas y eternas.
Y que existen dichas mujeres!!!!!
Esa es la poesía infinita que declaro en mis letras.
bonito poema
Muchas gracias