Tócame y vive en mi cuerpo,
haz del deseo
las horas necesarias,
deja huellas
para volver a caminar
cuando el gozo
huela a nosotros.
Recuérdale a mi piel
el sustento de las delicias
del tiempo.
Abriga la desnudez
sutil y erosiona
todo espacio
entre mi espalda y tus brazos.
Llega a mi con el sueño
de despertar sudados,
entre soles y lunas,
empujados
desde lo profano
hasta lo pagano,
riega de humedad infinita.
Tómame como espada
ante la carne expuesta
y déjame penetrar
donde la herida
sea placer a gritos,
donde seamos uno
al entrar y dos en todo momento.
Erótico y fino tu poema .
Saludos
Muchas gracias Edith como siempre agradezco tus palabras.