Descenso, llegada y caída

Queridos amigos, nuevamente tengo el honor de compartir poesía en colaboración con una poeta del hermoso país de Ecuador, ella es Mientras la sangre fluye. Aquí unimos las ideas entorno a la imagen que nos acompaña.

Descenso

De un cielo negro
[desprendí el color]
mi descenso obligado,
[sin juzgar tu ansiedad]
sin alas, sin pecado,
[idealizándome]
aún tus brazos espero.

De un cielo abierto
[mi certeza eran tus ojos]
descenso malogrado,
[comprendí tu soledad]
sin dolor, sin engaño,
[completándote]
me recibes yerto.

De un cielo siniestro
[las espadas parecían plumas]
mi descenso ha derrotado,
[el filo brillaba a quemarropa]
sin escándalo, sin enfado,
[abriéndote feliz]
a tus grandes maestros.

De un cielo infierno
[nadie juzga mi ser]
mi descenso ha logrado,
[mis artimañas, mis virtudes]
sin engaños, sin empedrado,
[clavadas en tu pecho fatuo]
el fervor ideológico sempiterno.

Llegada

Yo voy

Para qué la gravedad;
por qué hacer de nuestros pies raíces,
ven te brindo el viento,
ven te ofrezco el aire que traspasa poros.

Para qué el aterrizaje;
es manso el reposo y no hay vida,
caminar es un grillete atado a la cadena del tedio.

Pero si no te atreves,
si esta es tu rutina y este es tu pasar por aquí,
no tendré freno para tenerte,
flotaré sobre tus hombros y reiré a tus alrededores,
porque sabes bien que si no vienes
la libertad que en mí habita
me dice “vuela” y voy yo.

Caída

Desde aquí

Estoy en el punto fijo de una mirada sin perspectiva,
soy esa minúscula partícula de suelo,
plano y estático.

No sé verme sino así
casi inerte
la vida solo pasa por mis pulmones en forma de gas tóxico.

Y sin embargo flotan,
sus alas,
sus pies,
sus huesos vestidos de ideas;
ideas de eternidad e infinito.

Continuo sin continuidad, me quedo aquí.