Este relato nace de mi imaginación sobre la imagen y pertenece a una amiga en Twitter. Gracias @vickyf80
En primavera cuando aparecen las hojas. Los nombres de quienes han cometido suicidio se escriben en cada una de ellas. Hasta que incrédula ves tu nombre en una hoja nueva. La confirmación viene cuando el viento no contento con silbar tu nombre también menciona tus apellidos. Totalmente negada tomas un hacha y empiezas a cortar rama por rama empezando por donde cuelga la hoja con tu nombre y ahí en el instante exacto de tocar el suelo una gran parte del árbol cae sobre ti y la hoja llena de sangre vuelve a su sitio. La sangre nutre el árbol y se restaura con cada gota que fluye desde tu cuerpo hasta la misma savia del tronco y reverdece nuevamente. En el último respiro de tu cuerpo despiertas sudada en una cama y no sabes si fue un mal sueño, pero recuerdas estar hospedada en la casona. Los dueños al verte aparecer alterada te confirman que la única forma de sacar ese mal es escribir tu nombre en el árbol. Confiada en la historia revelada por los lugareños vas al árbol y por curiosidad revisas tramo a tramo sin encontrar sus nombres y simplemente por las dudas escribes primero el de él y un grito femenino ensordece el viento y luego sale en dirección hacia ti. Confundida y temerosa al verla con algo brillante desde lejos, no dudas en escribir su nombre pero nada sucede y ella segura camina, ahí logras ver un gran cuchillo en su mano alzada. Petrificada al darte cuenta que nada sucede sientes inminente tu final en ese filoso metal. Pero el viento que en tu pesadilla reveló tu nombre y ambos apellidos te da el suyo letra por letra. A dos pasos de ti detiene su andar y corta su propio cuello con tal fuerza que la sangre empapa el tronco del árbol y a ti también. Estupefacta caminas hacia la casona, ahora solitario inmueble y decides darte una ducha para lograr olvidar el espeluznante hecho. En la ducha concilias tu alma y decides en un acto de humanidad dar santa sepultura a ambos desgraciados. A la mañana siguiente procedes. Rezas en sus improvisadas últimas casas y te despides aliviada de dar termino a este sábado de horror, camino a la casona recuerdas haber pagado por un fin de semana completo y como nadie te puede devolver el dinero plástico de tu tarjeta, te animas a pasar la última noche. Ya es lunes cuando tienes maleta y mochila lista para tu viaje de vuelta, llega el vehículo de alquiler que te llevará al aeropuerto pero para rarezas más viene con dos parejas quienes bajan maletas y dicen haber pagado por transferencia su estadía semanal con guía turística. El joven que otrora te trajo no te reconoce y hace entrega de los vouchers con pagos a tu nombre y al voltear camino a la casona para simplemente largarte de ése terrible lugar ves el reflejo de tu persona ataviada con delantal gris y toca en el mismo tono.
Uy Marcelo hasta miedo me da, muy bueno da para una película de terror , ya hasta me imaginé la casa la mujer , el paisaje y el árbol . ¡Felicidades !
Muchas gracias Edith
Muy bueno, excelente clima !