
El tiempo no discute con un árbol sobre ser o no ser, él es y punto. Esas cosas son del viento siempre amante y del río delirante observador.
Más alto, menos delgado, más fuerte, menos sensible o al revés. Río hacia arriba nunca, siempre por gravedad y tecnicismos.
Lo cierto es a menudo algo extraño y el contrario una verdad increíble pero irrefutable, entonces, ni siquiera la frase «el tiempo dirá» tienen cabida.
Acaso ordenas el color y forma de las hojas o decides la altura de cada uno de los árboles de esta excelente obra, sin embargo destaco lo siguiente: Einar Wegener pintó en varias ocasiones la representación de esta hilera de árboles.
«Entonces quien esté libre de pecado lance la primera piedra» Juan 8