
A la hora del lamento acerca su almohada junto a la mía, escucho el eco de un rezo argento y me hago de su voz cuando besa las sábanas.
Allá o acá es lo mismo. Giramos hacia el mismo lado de la cama cuando en penumbras nos nombramos al mismo tiempo.
Nuestra necesidad se llama urgente y sólo nos pide lo de siempre; un pronto tú y yo uno encima del otro o de las mil formas del amor y el sexo.