
Me tomé de tus cabellos
(en un giro de amor)
llenos de sudor
dos cuerpos tornasol.
Los besos resbalaban,
en el cuello
comenzaban y trás
un camino jugoso
entre tus piernas.
También precipitaban.
Antes de caer.
Tu cabello osado
cambió de color
ahora es rosado
sin importar su largo.
En cierta medida
el color se hacía
parte de su piel,
a veces dulce ebullía
con un “más” entre sus labios.