
En su danza los colores
viajan desde tus ojos
hasta los confines
de un mundo bueno.
En cada ruedo recoges
colores desde el centro
donde eres estrella bendita
que fluye variopinta.
Allá donde la inmensidad
es tu horizonte.
Las imágenes fluyen
contigo al centro.
Te veo orgullosa cual pez
en un mar propio.
Expandiendo tu voz
sumergida en libertad.