
La distancia nos habita
en claves indescifrables;
gestos como sombras,
un conversación escrita,
los parabienes
de dos desconocidos
nos convirtió entre espejos
lo más parecido
a nosotros libres.
En la distancia comenzamos
a estirar nuestros brazos;
un sierra era un minuto,
entre la cordillera y
el desierto una hora,
cosas fueron momentos,
el tiempo un reloj
sin importancia,
ya nos habíamos abrazado.
la distancia no es problema mientras comportamos el lecho con su presente ausencia…besos al vacío desde el vacío