
Las sierras en su calidad
monumental, esperan
la llegada del viento verde,
del tiempo de lluvias.
El desierto amontonado
alrededor de la selva,
permite el paso gris
de vehículos ida y vuelta.
Los cuatro vientos dejaron
sus Rulitos entre el cielo y
la tierra, ese espacio
nos muerde a su paso.
Río Cuarto ensancha
sus avenidas y parques,
es inminente el arribo
de la esperanza.